martes, 5 de mayo de 2009

La crisis financiera y la RSC

En marzo de 2009 Antonio Argandoña profesor de economía del IESE Bussines School-Universidad de Navarra publicó un documento acerca de si la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) nos puede ayudar para entender la crisis económica actual.

Primero me gustaría fijarme en la definición que el autor ofrece:

" Una empresa socialmente responsable tiene "otra" manera de ver los problemas, ya que se fijará siempre en las consecuencias de sus decisiones sobre todas las personas implicadas: los propios directivos, los empleados, clientes y proveedores, la comunidad local, la sociedad toda e incluso las futuras generaciones (la dimensión medioambiental). "Verá" cosas -consecuencias, problemas- que otras empresas no verán, cosas relevantes quizá no para la rentabilidad a corto plazo, pero sí para la consistencia de sus políticas y acciones, la implicación de sus stakeholders o la creación de confianza entre ellos y con la organización. Y se abrirá ante ella una gama de oportunidades diferente, porque considerará que algunas "soluciones" no están abiertas para ella porque son inmorales y, en cambio, percibirá otras oportunidades precisamente por el clima de confianza creado en su entorno y por las capacidades que habrá desarrollado en su equipo humano y con otros stakeholders."
Dice además, que si la crisis no se hubiera podido evitar poniendo en práctica la RSC, al menos, podría haber cumplido varias tareas muy importantes (con lo que sí podría haber sido menor). Podría haberse creado un clima diferente a la hora de hacer negocios basado en que los directivos tienen en cuenta las consecuencias de sus acciones sobre los demás y por tanto, éstos habrían actuado con mayor responsabilidad y ética. Otra función de la RSC sería la creación y mantenimiento de la confianza que es una de las consecuencias más importantes de la actual crisis. La pérdida de confianza entre las instituciones financieras fue la causa de que el crédito dejara de circular y esto afectó directamente a las empresas y familias.
En mi opinión sí que creo que pueden hacerse las cosas de otra manera, intentando que todas las partes obtengan algo positivo del intercambio (relación ganar-ganar). Sin esa intención de beneficios desorbitados unilateralmente . Aunque no toda la crisis se deba a esto sí creo que una gran parte. Así que propondría a todas las empresas e instituciones que empezaran a ser un poquito más responsables de sus actos ya que nos lleva a todos a situaciones indeseadas, en la que millones de personas se quedan sin su empleo, sin poder hacer frente a sus hipotecas y miles de empresas no pueden acceder a recursos financieros para seguir con su actividad.

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